Vigilancia tecnológica
Un grupo de investigadores del Centro Interdisciplinario de Investigaciones Marinas y Ambientales de la Universidad de Oporto (CIIMAR-UP) ha demostrado que existen microorganismos de aguas profundas capaces de degradar los hidrocarburos del petróleo y que pueden ser utilizados para el desarrollo de herramientas biotecnológicas y protocolos de respuesta para la biorremediación en ambientes contaminados, como derrames de petróleo.
En este estudio pionero, que acaba de publicarse en la revista científica internacional Microorganisms , el equipo de científicos -en el que participaron áreas tan diversas como la geología, la macro y microbiología, la oceanografía, la química y la hidrografía- analizó muestras de aguas profundas recogidas durante la EMEPC\PEPC Campaña oceanográfica \Luso\2016, realizada en septiembre de 2016, a bordo del buque de investigación NRP Almirante Gago Coutinho de la Armada portuguesa, en la dorsal mesoatlántica, al sur de las Azores.
En el
laboratorio, el equipo del grupo de Biorremediación y Funcionamiento de
Ecosistemas del CIIMAR, liderado por la investigadora Ana Paula Mucha,
buscó entender si sería posible producir un consorcio microbiano nativo de los
sedimentos de aguas profundas capaz de biorremediar. Para ello,
“investigamos la diversidad de la comunidad microbiana nativa del sedimento de
aguas profundas donde encontramos bacterias con potencial para degradar
hidrocarburos. Aparecen en un gran grupo de organismos raros conocido como
la “Biósfera Rara”
De hecho, estos microorganismos son muy raros (tienen una abundancia de menos del 1%) pero juntos representan el 96% de la comunidad microbiana total que se encuentra en los sedimentos de aguas profundas”. Por otro lado, ya pesar de vivir en ambientes tan inhóspitos en cuanto a profundidad, luz, temperatura, presión, entre otros factores biogeoquímicos, “esconden” tecnologías de gran importancia para la biorremediación, aquí arriba, en la superficie.
Según los
investigadores, un derrame de petróleo puede ser un factor determinante que
“despierte” algunos de los organismos “dormidos” en estos depósitos. Es
como darles su comida favorita, permitiéndoles crecer y volverse abundantes en
presencia de altas concentraciones de hidrocarburos de petróleo.
