Las macroalgas marinas intermareales presentan
mecanismos de defensa que les permiten prosperar en condiciones cambiantes y
son una fuente natural sin explotar para la obtención de biomateriales con
propiedades fotoprotectoras con potencial para usarse en la elaboración de
cremas solares.
Especies bien conocidas como Ulva spp, Gracilaria spp e Hypnea spp son firmes candidatas para
ser cultivadas con esta finalidad ya que poseen defensas químicas y mecanismos
de protección como microsporinas como aminoácidos, compuestos fenólicos y
pigmentos.
La mejor manera de obtener estos metabolitos
secundarios para que cumplan con las premisas de Factor de Protección Solar es
a través de técnicas de cultivos controladas donde se pueden alterar las
condiciones de crecimiento, la radiación y alta salinidad.
Con el objetivo de evaluar este potencial, un equipo
de investigadores multidisciplinar en el que han participado científicos de la
Universidad de Tel Aviv, del centro de Investigación Oceanográfica y
Limnológica de Israel, del Instituto Biotecnológico y Desarrollo Azul de
Andalucía llevaron a cabo un cultivo multitrófico integrado (IMTA, por sus
siglas en inglés) de peces, concretamente doradas, y estas tres macroalgas: Ulva rigida, Gracilaria conferta e Hypnea
musciformis.
Se trataba, según señalan los autores, de desarrollar
una metodología funcional y mejorada bien definida para producir biomasa de
algas marinas y establecer un enfoque multidisciplinario y accesible para las
industrias de cosmecéutica.
El estudio se llevó a cabo en el Centro de
Investigación Oceanográfica y Limnológica de Haifa, en Israel. El sistema se
diseñó en dos pasos o fases y estuvo inspirado en un trabajo para la producción
de beta-caroteno de la microalga Dinaliella.
En una primera fase las algas fueron cultivadas con
los efluentes del cultivo de los peces. Posteriormente, las algas fueron
expuestas a diferentes condiciones abióticas, factores de estrés, para
maximizar la producción de metabolitos fotoprotectores y antioxidantes específicos.
Este enfoque, como señalan los autores, no se había
establecido de forma rutinaria para el cultivo de macroalgas marinas.
Los hallazgos de este estudio y la metodología de manipulación y mejora de los atributos de las algas pueden servir como modelo para futuros desarrollos de cultivos para obtener metabolitos antibióticos, antivirales, antiinflamatorias, antidiabéticas y anticancerígenas concentradas.